Bienvenido García Salvador

Abril y Junio 2012

Camino Torres

Para aquellos que decidan iniciar este maravilloso camino, trataré de volcar los recuerdos e impresiones de Mi Camino Torres.

He recorrido el Camino Torres a pie, en solitario, entre Salamanca y Lamego desde el día 9 al 18 de Abril 2012. Un pequeño accidente ocasionado por una caída me obligó a suspender provisionalmente el Camino. Completé el Camino entre Lamego y Santiago desde el 16 al 25 de Junio 2012. La base para realizarlo ha sido la estupenda información contenida en la página web Camino Torres.

Cuando inicio un Camino a Santiago mi propósito es llegar a Santiago en una o varias veces dependiendo de la longitud y las circunstancias. No busco encontrar grandes paisajes, pero me agrada caminar por bonitos parajes. No busco ver arquitectura o arte, pero me agrada encontrar construcciones, arte, que me impresionen. No busco conocer la diversidad en la comida, pero me agrada conocer las especialidades de los sitios por los que transito. No busco que me acojan de forma especial, pero me agrada que me atiendan de una forma distinta a un turista. Es esto último lo que me hace sentir que no soy un caminante sino un peregrino, independientemente de que el camino que recorro tenga más o menos historia, que en algunos casos depende de la “publicidad” que de él, se haya hecho. Pues bien voy a desgranar porqué, este camino me ha hecho sentirme a gusto y peregrino.

Señalización

No he detectado ningún problema en los track para el GPS facilitados por la página web. En los 593 km. recorridos solamente tuve un error (no imputable a los track) que me hizo andar 400 m. más, y por ser el único voy a relatarlo. En la segunda jornada, cuando la cañada desemboca en la carretera que a la izquierda lleva a Villalba de los Llanos la guía dice: “Debemos cruzarla (la carretera), atravesar una portera y avanzar ….”. Yo seguí la carretera a la izquierda y aunque notaba que iba desviado unos metros del track y de las rodadas del otro lado de la alambrada, al no llevar a la vista la guía hizo que a los 200 m tuviera que volver atrás y franquear la portera. ¡Ese fue el único problema en todo el camino!. Andar solamente 400 metros más en un camino por defectos de señalización o de seguimiento de las señales jamás me había ocurrido.

Por eso, estoy convencido de la ventaja de seguir un camino mediante tracks. He recorrido muchos caminos siguiendo las flechas amarillas, y aunque soy un amante de esta señalización porque ver una “fecha amarilla” me alegra como si viera algo mío, he sufrido la precariedad de la señalización en muchos de ellos. Normalmente porque fueron marcados por asociaciones que empezaron con mucho interés y esfuerzo pero la falta de socios de relevo, hace que no mantengan adecuadamente las señales. A esto hay que añadir que en ocasiones ciertas “pintadas” no son respetuosas con el entorno. Me consta que en algún camino, en zonas de especial protección, técnicos de Medio Ambiente han sido reticentes a dar su autorización a la señalización. No obsante, me agradó ver marcas “peregrinas” clásicas, y así pude ver en Lamego, un hito y algunas fechas amarillas que hacía referencia al Camino Interior Portugués, a la entrada de Amarante el cartel típico de carretera de Camino de Santiago, a partir de Guimarães el camino bien señalizado con flechas amarillas y desde Braga de forma excelente.

Únicamente me aparté del itinerario propuesto por la guía con motivo del vadeo de los ríos y para visitar el Bom Jesús de Braga. Advertido por la guía de las dificultades que podía encontrar en el vadeo de la Rivera de Cabrillas en caso de época lluviosa, al llegar a la carretera Santa Olalla-Cabrillas me dispuse a tomar la ruta alternativa que la guía aconsejaba. En ese momento, un ganadero que cerraba la portera de su finca me informó que el había cruzado el día anterior a pie sin dificultades, y me recomendó que bajara hacia la Rivera y siguiera las instrucciones que me daba, que consistían en: Al llegar a la Rivera desviarse a la izquierda 50/60 metros, atravesar una alambrada pegado al río, y a continuación a 15/20 metros en un recodo del río encontraría unas piedras que facilitaban el paso. A continuación avanzar de frente otros 50/60 metros y salir por la portera. Los tracks del camino hacen que en ningún momento pierdas la dirección. Desde luego, la bajada y vista de las pequeñas charcas que la Rivera de Cabrillas forma en el vado, merecieron la pena.

El siguiente paso que podía presentar dificultades era el Yeltes. A la vista del agua que había en el Cabrillas, aquí tomé el desvío hacía Valdejudío. La guía dice “ …por un paso más sencillo que se encuentra en una gravera.”. Al llegar a la altura de la gravera y ver que era una finca privada, dude en entrar a la gravera o seguir. Decidí entrar y preguntar. Un obrero me indicó que el paso no se encontraba en la gravera sino que debía continuar por el camino por el que iba y que me llevaría a Alba de Yeltes. Efectivamente, de ese modo el paso del Yeltes se realiza entre montones de piedras removidas por la gravera, que dan acceso al puente que lleva directamente a Alba de Yeltes. Las vistas del embalse que la extracción de grava ha formado son impresionantes y da origen a la presencia de pescadores con quienes tuve ocasión de charlar.

El resto de pequeños arroyos no presentaron ninguna dificultad, bien porque estaban secos o porque la cantidad de agua era tan pequeña que no significaban más de lo que pueda ser un pequeño charco en el camino.

Alojamiento

A continuación detallo el alojamiento en cada jornada realizada. Pongo entre paréntesis el coste en euros de estos alojamientos.

Robliza de Cojos, antigua casa del médico (0). No tenían ducha.
San Muñoz, pabellón multiusos (0). Me ofrecieron la ducha en el Ayuntamiento.
Alba de Yeltes, antiguas escuelas infantiles (0). Me ofrecieron la ducha en las piscinas.

En estos tres pueblos me ha dado la impresión de estar inaugurando “proyectos de albergue”. En Alba estaban las obras de lo que será un auténtico albergue.

Ciudad Rodrigo, H José Mari (20)
Aldea del Obispo, Albergue Rural (11,80)
Pinhel, R Skylab (15)
Trancoso, R. Don Dinis (21)
Sernancelhe, Bomberos Voluntarios (0). Se volcaron. En Sernancelhe no hay posibilidades de alojamiento, por lo que si no se quiere arriesgar hay que alojarse en Ponte do Abade, lo que no trastoca mucho el kilometraje de las jornadas.
Moimenta da Beira, R Pico do Meio Dia (17,5)
Lamego. Casa de San José (0).
Mesao Frío Bomberos Voluntarios (0).
Amarante, Pousada da Juventude (16).
Guimaraes, Pousada da Juventude (11,70)
Braga, Pousada da Juventude (10,80)
Ponte de Lima, Albergue Peregrinos (5)
Tui, Albergue Peregrinos (5)
Redondela, Albergue Peregrinos (5)
Briallos, Albergue Peregrinos (5)
Herbón, Albergue Peregrinos (donativo)
Santiago

Otros servicios

Tanto Ciudad Rodrigo como las poblaciones portuguesas de fin de jornada son suficientemente grandes y no hay dificultad en encontrar los servicios necesarios.

Los pequeños pueblos de parada de Salamanca que están en la Cañada Real de Extremadura, tienen los servicios suficientes de bar y tienda para proveerse. En Robliza de Cojos, el único bar está en las piscinas y cierra los lunes. Esto no presenta ningún problema porque a un kilómetro una moderna estación de servicio abierta 24 horas tiene restaurante y tienda. Por cierto que aproveché para ducharme en el servicio de ducha que estas modernas estaciones ofrecen.

Prácticamente en todas las jornadas hasta Lamego, debido a la ausencia de poblaciones intermedias importantes entre fines de jornada es conveniente proveerse el día anterior del agua y de la comida de media mañana que cada uno tenga costumbre tomar, porque no habrá forma de conseguirla durante la etapa. En definitiva, se trata de ser organizado y consciente del camino que al día siguiente se va a realizar.

A partir de Lamego el camino transcurre por zonas más urbanas o urbanizadas y no presenta problemas de aprovisionamiento intermedio.

Naturaleza

Caminar por la Cañada Real de Extremadura y contemplar las dehesas, los encinares y la ganadería que vive pacíficamente en sus márgenes sin ser molestada, atravesar arroyos y vadear algún río es un lujo que no cansa. Pensar que es un camino que fue recorrido durante siglos por la trashumancia, que se ha mantenido al margen de intereses y especulaciones y del que hoy se puede disfrutar casi parece un milagro. En absoluto me ha aburrido que casi durante tres jornadas haya sido un único entorno por el que he caminado.

A partir de Alba de Yeltes la naturaleza cambia, y es un paisaje que llamaría de transición hacia lo que surge en Portugal. Allí, un paisaje granítico donde se pierde toda noción de llanura es un sube y baja moderado y continuo. El camino cambia al aproximarnos al Duero, en Peso de Regua es algo espectacular que nunca había sentido al acercarme al paso de un río

Especial mención merecen el alcornocal de Bocacara, la bajada al río Coa, la tierra de castaños de Sernacelhe o la bajada a Ucanha.

Las vistas de un horizonte que se pierde desde lo alto de Sernacelhe, desde el Santuario de N. S. das Necessidades o desde el Santuario de N.S. de los Remedios en Lamego, todos ellos justifican el esfuerzo que significa la subida a esos lugares.

Las vistas de viñedos aterrazados que ofrecen los valles del Duero y sus afluentes justifican la dureza del camino en esa zona. Es merecido el título de Patrimonio de la Humanidad otorgado al Alto Douro Vinhateiro.

Y por fin, me ha agradado que cada mañana hasta Lamego, con buen o mal tiempo haya oído cantar al cuco. Esperaba su canto cada mañana y he llegado a considerarlo un amigo.

Arquitectura, arte, historia

Excluyo los comentarios sobre la ciudad de Salamanca por ser suficientemente conocida.

Enorme por fuera y por dentro la iglesia de San Juan Bautista en San Muñoz.

Tenía curiosidad por conocer en todo o en parte la Ruta de las Fortificaciones, y no me ha defraudado. Entrar y salir por las puertas de Ciudad Rodrigo, y recorrer todo su perímetro por encima de su muralla. Tuve la suerte de coincidir durante el paseo con Agustín Sánchez “Moriche”, una persona enormemente instruida, una especie de cronista de la villa y de la comarca, que durante todo el recorrido me fue explicando lo que se veía y lo que no se veía. La siguiente fortificación es el Real Fuerte de la Concepción, en el que no pude colarme (es de propiedad privada y esta en reconstrucción) debido a la lluvia. Después Almeida. Eran las 9 de la mañana de un sábado y atravesar las Portas Duplas y recorrer en silencio sus desiertas calles me animó para el resto de la jornada. Y por último y fuera de la Ruta, la más conocida de Valenza do Minho.

Las murallas de Pinhel y de Trancoso, las casas de su interior, y sus calles destilan antigüedad y tranquilidad. Lástima el lamentable estado de abandono que en el caso de Pinhel están las casas de casi toda la parte antigua de la población.

Un capítulo especial merecen los puentes. Me gustó especialmente el puente y torre de Ucanha, y es porque la entrada al puente y su forma me recordaron el puente de Puente la Reina. El puente sobre el río Coa cargado de historia y un precioso puente sobre el Massueime que por estar en un camino de tierra poco transitado me hizo suponer que estaba recorriendo un camino que en un tiempo debió ser importante. Sobre el río Varosa la Sala de las Audiencias del Diablo, es un puente de origen romano situado en otro camino de tierra de acceso únicamente a pie. Y muchos más, teniendo en cuenta que buena parte del camino discurre por tramos de la vía XIX según el itinerario de Antonino y que están perfectamente identificados en la Guía del camino.

Las visitas a las importantes ciudades portuguesas como Guimaraes o Braga ponen las gotas de turismo que en mi opinión todo camino debe contener. Mereció la pena acceder a pie al Bon Jesus de Braga en una modificación que introduje al itinerario propuesto.

Acogida

He sido recibido, acogido y tratado como un peregrino desde que salí de Salamanca.

He descubierto en las personas de los pueblos de Salamanca en los que he pernoctado la sorpresa de recibir a un peregrino, destacando la excelente acogida de todos ellos. Las instrucciones del alcalde a las personas de contacto fueron, “facilítenle en todo lo posible la estancia en nuestro pueblo.” ¿Se puede pedir mejor acogida?. Estaban orgullosos de haber sido incluidos como punto de descanso en este camino. Después de eso, poco importa que no tuvieran literas o duchas, y mi agradecimiento por lo que me ofrecieron es sincero. Así lo expresé en el libro del peregrino que tuve la ocasión de estrenar en Alba de Yeltes, y a Jacinto su “hospitalero profesional”.

Las Oficinas de Turismo de Ciudad Rodrigo, Moimenta da Beira y Lamego comprendieron mis necesidades y me facilitaron la localización de un alojamiento adecuado.

En Sernacelhe los Bomberos Voluntarios, me acogieron y mientras me duchaba los bomberos de guardia, desalojaron las mesas de una habitación y montaron una cama en lo que fue mi dormitorio aquella noche. En definitiva improvisaron un albergue como si de una operación de emergencia se tratara. A lo largo de la tarde acudió a saludarme el Presidente de la Asociación de los Bomberos Voluntarios de Serrnacelhe, regalándome un escudo de su agrupación que llevé hasta Santiago.

En Lamego y para mi sorpresa en la Casa de San José las monjas dan alojamiento a los peregrinos que van a Fátima o a Santiago. No solo dan alojamiento sino que te ofrecen comida si llegas a una hora temprana, cena y desayuno.

En Mesão Frío, ante la imposibilidad de encontrar alojamiento a un precio razonable para un peregrino, los Bomberos Voluntarios me acogieron en sus dependencias y como ese día celebraban la festividad de Santo Antonio, el patrón de la Agrupación local, fui invitado a la barbacoa que realizaron en la plaza del pueblo. Compartir la mesa con el presidente de la Agrupación y con todos los bomberos fue el colofón a una gran jornada por el Alto Douro. He podido comprobar que los Bombeiros Voluntarios en Portugal siempre atienden las necesidades, aunque no tienen intención de convertirse en albergues de peregrinos.

Fui atendido con prontitud y amabilidad en los Albergues Juveniles de Amarante, donde me atendió Paula, de Elche, que estaba realizando un voluntariado, de Guimaraes y de Braga, en los que por cierto dormí solo en una habitación con 6/8 literas. Sobre los albergues de la Xunta de Galicia, es conocida la masificación que soportan en estos tiempos, por eso debo reseñar la sorpresa que me causó el estar solo en el albergue de la Xunta de Portas (Briallos). Estupenda y acertado el desvío al albergue del monasterio de Herbón, compartiendo hospitalidad y cena con peregrinos de diversas nacionalidades.

Como no sentirse peregrino después de las acogidas con que fui dispensado.

Las personas con las que tuve ocasión de charlar me trataron con la deferencia que se trata a una persona que para ellos está haciendo algo bueno, diferente, y nunca visto por muchos de los pueblos por los que pasé. Su sorpresa era mayor cuando les explicaba que el origen del Camino Torres estaba basado en una persona de Salamanca que peregrinó por aquellas tierras en el siglo XVIII. En definitiva el paso de un peregrino despertó su interés por las peregrinaciones.

Las acogidas y contactos son los principales motivos de los que estoy más satisfecho de haber elegido el Camino Torres como camino a Santiago.

Gastronomía

En el camino he comido razonablemente bien y a buen precio, por supuesto nada que ver con el denominado “menú del peregrino”, que tanto asusta a todos los que han llegado a Santiago por los caminos más conocidos. En este camino, no saben que es eso.

Mi recuerdo es para el hornazo de Salamanca, el cochinillo asado del restaurante Juan de Alba de Yeltes, para la ensalada de bacalau del Pico de Meio Dia de Moimenta da Beira y para el bife de Espechabitos de Amarante. Y por supuesto, para todas las pastelerías portuguesas. Por su buena comida y ayuda a solucionar los problemas puntuales a este peregrino destaco al Bon Servicio en Mesao Frío, donde personal y clientes del restaurante se esforzaron en buscarme alojamiento, y ya en el camino portugués al Alameda en Ponte de Lima donde en un día lluvioso no les importó que montara mi “campamento” hasta la apertura del albergue a las cinco de la tarde.

Agradecimiento

A todos los citados en los anteriores párrafos debo añadir mi agradecimiento a los autores de la identificación, señalización y guía del Camino Torres, sin cuyo trabajo minucioso y de calidad, no hubiera sido posible vivir las experiencias relatadas.